Resulta poco tedioso hacer el carboncillo de la idea,
Hacerse a la imagen de la utopía en el romanticismo del papel y el lápiz.
OS PROMETO LIBERTAD Y PAN
Hablan los poderosos desde la tribuna del pueblo. Y cuantos caímos en sus garras ideológicas, y cuantos aguantaron hambre en nombre de la premisa.
Es diferente leer y pregonar el manifiesto marxista en las calles y en las universidades, tomar las armas y sublevarse contra el régimen, A estar allí, al frente del escritorio presidencial.
Resulta que la casa presidencial es una casita del ego, donde el que llega es inmediatamente asustado y comido por el coco.
Es verdad, le tengo miedo al coco. Y mucho miedo, mucho miedo me da intentar vivir en la casita presidencial.
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