miércoles, 14 de septiembre de 2011

Quién cargará con los muertos de hoy?
Las máscaras etéreas del perro que ya murió
La nauseabunda figura del líder en los carteles de las casas
Gritos incesantes
Amores desvelados
Cortes transversales en las orejas
preguntándose
si hoy son 400 500 o 600 más que ayer

Los cerdos se multiplican como conejos
y se apegan a la generosa mama de la gente
que les da y les da y les da
Leche para morir de antónimos de inanición

No se necesita tener una sola arma
pero tampoco es necesario
cargar con toneladas de metal convertido en guillotina
por los aires de nuestros terruños

Por qué no los matas a ellos, señor
y si nos matas a nosotros
los que nada tuvimos que ver
con los chiqueros que habitan

Por si acaso existes
te elevo las plegarias de los que viven aquí
y de los que viven allá
y de los que están a cien metros de sus lodazales

Tortúralos
Extráeles sus perversos cerebelos
Fabrica una orgía de sangre
que sature nuestras pretensiones de odio.

Onaéco

La marea tiene significaciones connotativas
revela un lene aire a tí
la brisa perenne que te recorre, compañera
llevándote y revelándote los corales de tu figura
haciéndote y poniendo en tu efigie las gaviotas que asicalan tu alma

Derrumbando, destrozando las torres que intentan conquistarte

Tú eres el mar, prodigioso y milenario.


Se inmiscuye en los ríos del hombre
lactando en los estuarios a las crías de tu belleza
crías fantasiosas
que sientan una idea de lo bella que puedes ser


Tú reflejo es tu alma
tu cuerpo el panteón que encierra a venus contemporánea
que, como el agua del mar en cólera
Anega las armas y el batallón del comandante.

Quién te pudiera amarrar, mujer indómita!
que sea sentenciado a la hoguera el bárbaro que cometa la osadía!

Qué las olas del océano me ahoguen,
si así logro vivir perpetuamente en las entrañas que te encierran.