martes, 28 de septiembre de 2010

Ay, país.

Él era un hombre, normal, un hombre como los otros hombres, estudiado en finanzas como todos los hombres, con su mujer, con título de propiedad y todo, y su amante, que está en proceso de financiación. 
Se despertó un día, y vió que la empresa con la que competía, una empresa que tiempo atrás le había causado muchos dolores de cabeza, una empresa que había hecho todo tipo de triquiñuelas contra su competencia, una empresa que era la causante de muchas renuncias en la empresa del señor, había perdido a su gerente.
El hombre, sin dudarlo, se alegró, fue a su empresa, anunció el fin de la competencia, montó una fiesta y toda la vuelta.
Sin duda, ésta pérdida era de lo mejor que le había pasado al señor. 

Se acuesta a dormir. Le da un beso de buenas noches a su esposa, a quién ata todas las noches con una dosis de capital.
Al otro día se levanta. va al baño y, se encuentra, de frente, al jefe de la otra empresa.

¿Y tú que haces aquí, imbécil? pregunta el señor.

Imbécil tú que le hablas al espejo, le responden 20 capas de bótox que parecen ser, su esposa o lo que queda de ella.

2 comentarios:

  1. excelente! que cosa tan buena! el titulo podria ser diferente

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  2. Nunca he servido para los títulos, servidor. es una de las pocas cosas que no sabes de mí..

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