No hay igual
No existe un lugar igual
que la población rural
la neblina galáctica de la parcela
las manos llenas de tierra, tierra con amor del campesino.
La olla caliente,
la cara sonrojada del pequeño.
El campo
puede ser,
considerado en los diccionarios de la RAE
o en el lenguaje del campesino
"El lugar donde habita la inocencia".
El violento
soberbio, podrido por el odio
VIOLA
asesina
tortura
cercena
cuelga
amarra
arranca
destruye
quema
pudre
corrompe
dispara
acuchilla
E X P U L S A.
El campesino
sin opción aparente
migra, en palabras de eruditos locales
hacia el polo urbano
Centro de la corrupción
de la degradación
del asesinato del individuo y su posterior constitución en objetivo de publicidad.
Nos instalamos en las laderas de las montañas andinas
Conformamos unidades habitacionales con un elegante piso que nos recuerda a nuestro lugar de origen, LA TIERRA
Qué podemos hacer en esta ciudad, donde el único que tiene oportunidades es el excelentísimo presidente de nuestra amada república?
Admirad nuestro elegante techado. por los pequeños agujeros, podemos observar al padre cielo. También, la madre lluvia nos visita cada dos o tres días, y lastimosamente, nuestros frutos de amor se enferman.
Queremos volver al campo.
Queremos recuperar nuestra tierra.
Queremos vida digna.
Queremos alejarnos del foco poblacional.
"Reformas agrarias, y leyes de restitución de tierras, obligan al individuo a volver al campo, sin dejarle opción de elegir. La creación de puestos de trabajo rentables en los focos urbanos es la solución a todos los problemas de nuestra población, que no fue desplazada forzosamente, sino que migra internamente, como los nómadas".
El campesino lucha día a día. no contra el establecimiento, contra el dinero y acompañado del retorcijón estomacal. El campesino quiere al campo, el campo quiere al campesino.
Lástima que nuestros dirigentes, en un homenaje a nuestra constitución, dejen por fuera a 3 millones de campesinos que fueron los pioneros en nuestro interesante fenómeno de migración interna.
